Consideraciones.org

 
Para ponernos a pensar...
 
 Indiferencia

Un cristiano que viva la virtud recia de la paciencia,
no se desconcertará al advertir que quienes le rodean
dan muestra de indiferencia por las cosas de Dios.
Sabemos que hay hombres que, en las capas subterráneas, guardan
–como en la bodega los buenos vinos–
unas ansias incontenibles de Dios que tenemos el deber de desenterrar.
Ocurre, sin embargo, que las almas –la nuestra también–
tienen sus ritmos de tiempo, su hora,
a la que hay que acomodarse como el labrador a las estaciones y al terruño.
¿No ha dicho el Maestro que el reino de Dios es semejante a un amo
que salió a distintas horas del día a contratar obreros a su viña.

J. L. R. Sánchez de Alva