Consideraciones.org

 
Para ponernos a pensar...
 Contra la Voluntad de Cristo.‏

“Virgen de los Nudos zafa el nudo de la 6660 de Miami"

para bien de las jóvenes y de los niños.

Sálvanos del ataque furibundo de la internacional homosexual.

Que así sea Madre Nuestra”



Se decía, en tiempos todavía no muy lejanos, que

“la hipocresía es el tributo que el vicio presta a la virtud”.

Pero no veo motivo alguno de satisfacción en el hecho de que el vicio

no rinda ya a la virtud ninguna clase de tributo,

y de que en nombre de la sinceridad y de la autenticidad

se exhiba el pecado como un triunfo sobre los “tabús” impuestos por épocas fenecidas,

o como liberación de absurdos “complejos” (el pudor, la vergüenza)

o de “viejas y convencionales” reglas de moral.



Si nuestro saber fuera un saber vital,

un saber que se convierte en vida,

nuestra conducta sería, en verdad, muy distinta.

Si somos un cuerpo regido por la cabeza, por Cristo,

somos, querámoslo o no, solidarios unos de otros.

Esto quiere decir que todo lo que cualquiera de nosotros hace o deja de hacer

nunca es un asunto meramente personal,

puesto que tiene una repercusión en todo el cuerpo, en toda la Iglesia,

en todos los demás,

exactamente lo mismo que un dolor de muelas no afecte sólo a una pequeña parte de la boca,

que sino que molesta a la persona entera.

Así todo pecado causa un daño real a la Iglesia,

y por ello a los demás, a todo el cuerpo;

toda desobediencia

-- es decir, todo acto realizado contra la voluntad de Cristo--

es una separación, un paso que tiende a deshacer la unidad, y un perjuicio, por tanto,

hecho todo el cuerpo.



En suma, esto quiere decir

que cuando un católico se desentiende del conjunto del que forma parte

como miembro de un cuerpo,

para vivir su vida con independencia,

entonces se convierte en un cáncer

que corroe el organismo y contribuye a matarlo.

Padre Federico Suárez.