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Para ponernos a pensar...
La ciudad sitiada La desacralización de lo sagrado. (IV)


Hay una negación parecida de la naturaleza humana y un “correlativo” sobrenaturalismo

en todos los que acentúan excesivamente la presencia de Cristo en nuestro prójimo,

y pretenden que importa poco el que nos dirijamos a Jesucristo mismo

o nos encontremos con Él en el prójimo.



Por muy cierto que sea que hemos de encontrar a Cristo al prójimo,

sin embargo hay enorme distancia entre nuestra comunión con Cristo mismo

y el hecho de que le hallemos en nuestro prójimo.

Estar unidos (directa comunión “Yo-tu”) con Jesucristo -el infinitamente santo- debe constituir el gran anhelo de nuestra vida,

la bienaventuranza que debemos esperar.



Tal vez se argumente diciendo que las acciones hechas al prójimo

son acciones hechas directamente a Cristo;

pero es imposible sostener que nuestra bienaventuranza es tan completa

en comunión con nuestro prójimo,

como en comunión con Cristo.

El hallar a Cristo en nuestro prójimo es una proeza de la caridad.



Dietrich von Hildebran