Consideraciones.org

 
Para ponernos a pensar...
 
 Criticismo. IV

Una virtud:

conocer cómo defenderte del criticismo injusto

es usualmente una virtud y casi siempre un deber.

Aceptar la buena crítica es otra virtud cristiana

y signo de sabiduría:

dejar que te digan, aceptar la crítica sana, con alegría y agradecimiento

es señal de grandeza espiritual.

Alguien que aprende a escuchar y a preguntar

irá lejos en poner en buen uso los talentos recibidos de Dios.


Y no te preocupes acerca de la crítica ajena,

acerca del “qué dirán”.

La preocupación excesiva, cobarde,

de que puedan cortar tus alas, dañar tu estilo, no te lleva a ningún lugar.

Lo mejor que puede hacer contra la envidia, el chisme, y la crítica superficial es ignorarlos.

Siempre serás criticado de una u otra manera, por una u otra razón.

Elegantemente, sonríe y vete.


Y para que tu criticismo, el tuyo, sea justo, constructivo, efectivo y santificador,

tienes que amar al otro,

tienes que crecer en amor:

si lo amas, tu criticismo siempre será un acto de virtud

y una ayuda grande, valiosa, para tu hermano.



Padre Salvador Canals Navarrete