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¡Crece de todos modos!
Inútil ansiedad… ¡crece de todos modos!
Jesús, nos hablas de
siembra,
y luego no nos cuentas todo el trabajo que viene
después:
la poda, la lucha contra la sequía, la
preocupación por el mal tiempo...
Prescindes de todo esto
porque tienes una
lección concreta que ofrecernos:
el Reino crece de todos
modos,
"lo mismo que la luz brilla sin que nosotros
podamos hacer nada, lo mismo que nada puede ocultarse cuando Dios abre el
camino".
No son los hombres los que le dan fuerza a la
palabra
ni son sus resistencias las que pueden detenerla;
por eso el discípulo
hará bien en despojarse
de toda forma de inútil
ansiedad
F. Maggioni.
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