|
De
caminos y de almas.
“La conversión
es mucho más que un arrepentimiento
o un clara conciencia de un mal que
hemos hecho.
La conversión
es emprender un nuevo camino bajo la misericordia de Dios.
Y sin dejar de ser uno mismo.
Convertirse no es haber sido impetuoso
y ser ahora una malva.
Es ser ahora
impetuoso bajo la misericordia de Dios.
Por fortuna, San Pablo se convirtió de
verdad; es decir, siguió siendo él mismo:
cambió de
camino, pero no de alma”.
Bernardino Herrando
|
|
|